3º Dragonswan (Saga Dark Hunters)

• Sinopsis: La hermosa Channon MacRea ha pasado años estudiando el legendario tapiz del dragón, dedicando días y noches enteras a descifrar la incomprensible simbología antigua inglesa. Sin embargo, nunca llegó a imaginar que su investigación la llevaría a descubrir una nueva y secreta sociedad que es más antigua que el tiempo, que ha existido desde siempre, como parte del mundo pero, a la vez, apartado de él. Sebastian Kattalakis ha venido del pasado para recuperar el tapiz que vendió años atrás. Pero nunca creyó que, gracias a este viaje, se encontraría con una mujer inteligente y encantadora que consigue despertar su lado salvaje y animal. Sebastian es un hombre perseguido por los suyos, por un error que cometió hace siglos y que le costó la vida a uno de sus seres más queridos, él cree que no puede ofrecerla nada a Channon, excepto su destrozado corazón. Pero ella no ve al forajido, sólo ve a un hombre noble y valiente donde los haya. ¿Podrá el beso del dragón liberarla o la mantendrá encadenada a él para siempre? Reseña:

Este es uno de esos relatos que incluye esta saga de las que puedes pasar perfectamente. Si bien va a ser la primera vez que leas algo sobre un Were Hunter, tampoco te pierdes nada porque la historia de los Were Hunters se va repitiendo una y otra vez a lo largo de la saga en las novelas que vayan dedicadas a un Were. Con lo cual no es un relato que aporte datos importantes como ocurría con "el comienzo". Realmente no sé en qué estaría pensando Kenyon cuando escribió este relato, pero la verdad es que su lectura me resultó de lo más aburrida, y además sus personajes no son en absoluto relevantes. En definitiva es una historia que carece de importancia, y no pasa nada si pasas directamente a leer "placeres nocturnos" que es la novela que sigue.