Sube la temperatura y aparece una nueva
amenaza contra la humanidad...
Nick tiene su licencia de conducir y no tiene miedo de usarla. Pero cumplir dieciséis no es lo que él creía. Mientras los otros chicos de su edad se preocupan por las chicas que van a llevar al baile de egresados y por las Universidades a las que van a enviar sus aplicaciones Nick está hasta el cuello de enemigos que salen de todos lados para evitar que siga viviendo.
Sin poder confiar en nadie, su único aliado parece ser la persona que, según le dijeron, terminará matándolo al final.Pero pasar la vida sirviendo a los no muertos, es cualquier cosa menos normal. Y aquellos que quieren matarlo han invocado una fuerza antigua, tan poderosa que hasta los dioses le temen. Mientras Nick aprende a comandar y controlar los elementos, el que debe dominar para combatir a su enemigo más reciente es el que probablemente lo destruya a él mismo.
Como dice el viejo proverbio: el fuego no conoce de piedad, y si Nick quiere sobrevivir el próximo combate, tendrá que sacrificar parte de sí mismo. Sin embargo, el mejor sacrificio que a uno se le ocurre, rara vez es la opción más cuerda. A veces, el indicado es el que dejará a tus enemigos confundidos.Y a veces, uno tiene que confiar en su enemigo para salvar a sus amigos. Pero, qué hacer cuando uno mismo es su propio enemigo?
Nick tiene su licencia de conducir y no tiene miedo de usarla. Pero cumplir dieciséis no es lo que él creía. Mientras los otros chicos de su edad se preocupan por las chicas que van a llevar al baile de egresados y por las Universidades a las que van a enviar sus aplicaciones Nick está hasta el cuello de enemigos que salen de todos lados para evitar que siga viviendo.
Sin poder confiar en nadie, su único aliado parece ser la persona que, según le dijeron, terminará matándolo al final.Pero pasar la vida sirviendo a los no muertos, es cualquier cosa menos normal. Y aquellos que quieren matarlo han invocado una fuerza antigua, tan poderosa que hasta los dioses le temen. Mientras Nick aprende a comandar y controlar los elementos, el que debe dominar para combatir a su enemigo más reciente es el que probablemente lo destruya a él mismo.
Como dice el viejo proverbio: el fuego no conoce de piedad, y si Nick quiere sobrevivir el próximo combate, tendrá que sacrificar parte de sí mismo. Sin embargo, el mejor sacrificio que a uno se le ocurre, rara vez es la opción más cuerda. A veces, el indicado es el que dejará a tus enemigos confundidos.Y a veces, uno tiene que confiar en su enemigo para salvar a sus amigos. Pero, qué hacer cuando uno mismo es su propio enemigo?
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