Tercer capítulo
Al final de
este tercer capitulo os dejo un enlace para que podais disfrutar del cuarto
capitulo, que ya teniamos hace tiempo traducido. Disfrutadles... !!!
Darling
yacía en su cama, solo, repasando todos los planes para mañana. Comprobó y
volvió a comprobar cada segundo del día. Había demasiados detalles. Demasiadas
cosas que podían acabar realmente jodidas.
No lo
harían.
Él no creyó
eso ni por un minuto, razón por la cual se estaba volviendo loco comprobando
cada variable, planeando por lo inesperado. No importaba lo ridículo del
pensamiento, se preparó para ello.
Incluso la
posibilidad, muy poco probable, de un fallo mecánico en su pelea.
La conexión
que había escondido en su habitación, más allá de sus guardias, vibró bajo su
mano. Miró hacia abajo, después sonrió cuando vio la foto de Zarya. Ahora eso
era suficiente para cambiar incluso su peor estado.
Cambiando la
salida de video, cliqueó el canal abierto para verla cansada, pero sin embargo
impresionante. “Hola, preciosa”
“Hola, sexy.
No estaba segura si serías capaz de contestar”.
Sí, él no
quería pensar en lo que Arturo o sus guardias harían si se daban cuenta de que
tenía la conexión con él. Al menos sería que él había tenido que posponer su
intento de libertad por unos días mientras su cuerpo se curaba. “Solo por
ti”.
Ella se rió.
“Estoy encantada de que no estés peleando y tu voz suena relajada. ¿Qué estás
haciendo?”.
“Relajado”
no sería la palabra que usaría para sí mismo en ese momento. Él estaba más
apretado que un gato en una perrera.
“Desearía
estar contigo”. Probablemente no era la admisión más varonil. Pero entonces, él
había estado pretendiendo ser afeminado por demasiado, tanto que esas frases se
pusieron borrosas. Incluso para oír a Maris reprimiéndolo, él nunca fue lo
suficiente afeminado.
“Te juro,
Darling, que eres demasiado masculino para tu propio bien. No sé cómo alguien
compra el hecho de que eres gay. Ellos tienen que ser ciegos o estúpidos. Ambos
realmente”.
Pero nadie
nunca había adivinado la verdad.
Excepto por,
posiblemente, la mujer de su amigo Caillen, Desideria. Mientras Desideria no le
había preguntado acerca de ello, él la pilló mirándolo extrañamente a veces
cuando había otras chicas alrededor, como si sospechara el hecho de que fuera
heterosexual.
Pero ella
era la única.
Y Desideria
no era la mujer en la que quería pensar en ese momento.
Eso estaba
reservado para una diosa de ojos ambarinos que hacía arder su sangre. Él trazó
la línea de su mejilla en la pantalla, deseando poder sentir su piel bajo su
mano. “¿Has comido algo?”.
“¿Por qué
siempre me preguntas eso?”
“Porqué te
conozco. Te envuelves tanto en otras cosas que te olvidas siempre. No es bueno
para ti, lo sabes.”
Sus ojos estaban
llenos de amor. “Eres el único que alguna vez ha notado eso”.
Solo porque
ella vivía tan profundo debajo de su piel, que él notó todo acerca de ella y
sus hábitos.
Como ahora.
Él vio la oscura sombra en sus ojos y eso le preocupó. “¿Qué está mal?”.
“Solo he
tenido un mal presentimiento que no puedo alejar”.
“¿Acerca de
la Resistencia?”.
“No. Estamos
haciendo buenos avances allí. Dos de las patrullas estaban disponibles para
devolver las tropas Caroneses de las colonias de
Arhan III, y
salvar sus casas de ser quemadas. Carios tenía algo planeado para mañana. No me
ha dicho el qué, pero jura que golpearé justo en el corazón del consejero de
Cruel”.
“El
consejero no tiene corazón. Créeme”.
“Sí, lo sé.
Fueron mi madre y mi hermana a las que destruyó en la sala del trono cuando
fueron a rogar clemencia para mi padre”.
Darling notó
el dolor en su voz, deseando poder llevárselo lejos. Esa era la misma agonía
que él cargó cuando pensaba en su tío matando a su padre – en una sala en la
que él había sido forzado a andar casi cada día de su vida.
La peor
parte… El padre de Zayra no había sido solo un amigo íntimo de su propio padre,
sino uno de los consejeros reales en su día.
Primero bajo
su padre, y luego bajo Arturo. Por el caso, uno de sus ancestros había
contribuido en la colocación de su familia en el poder de nuevo durante los
primeros días de su imperio. A causa de eso, los Starskas y los Cruels habían
sido enemigos por siglos.
Pero cuando
Zalan había protestado la ley de Arturo, que permitiría a su tío apoderarse de
los bienes de cualquier persona que considerase una amenaza para su gobierno,
con o sin pruebas, Arturo le había declarado traidor.
En un solo
latido, la familia de Zayra lo había perdido todo. Su dinero, sus títulos, y
por último, sus vidas. Porque su madre había conocido al padre de Darling y a
Arturo por muchos años, ella había pensado estúpidamente que podría negociar
con Arturo por la vida de su marido.
Pero no
había ninguna negociación con el demonio.
Zalan había
escapado tan pronto como oyó lo que había sucedido con su esposa y su hijo
mayor. El tomó a Zayra y sus otras dos hermanas y su hermano en la
clandestinidad, y allí él, junto con varios de sus amigos que también habían
sido blancos de Arturo, habían establecido la Resistencia que había estado
molestando Arturo desde entonces.
Lanzado a
una vida de crímenes contra su voluntad, Zalan había contribuido en ayudar a
limitar el poder de Arturo a través de asaltos bien colocados. Y entrenó a
Zayra a liderar y a tomar su lugar si algo le pasaba a él.
Pero tras
años de lucha, Arturo y sus propios aliados, los cuales discutieron dentro de
la Resistencia, y la muerte de su único hijo y otra hija, Zalan había perdido
su fuego. Había decidido dejar la política atrás y llevarse a sus otras dos
hijas restantes lejos del horror que había criado en él. Para darles un mejor
lugar en el cual podrían ser por fin niños y no soldados por, lo que parecía,
una inacabable causa.
Seis años
antes, cuando Zalan había estado en camino a su casa segura para recoger a
Zayra y a su hermana, su mejor amigo lo había asesinado.
Ése había
sido el décimo octavo cumpleaños de Zayra y Zalan había planeado para su nueva
vida ser el regalo de ella. Hasta ese día, ella no podía soportar la
celebración de su cumpleaños. Algo que Darling había descubierto de la peor
manera el año anterior, cuando él había lanzado una fiesta sorpresa para ellos
dos. La sorpresa había sido en él más que en ella. En lugar de estar feliz,
ella casi le había arrancado la cabeza por ello.
El se sintió
como un asno total cuando ella le explicó por qué ella odiaba la fecha tanto, y
por qué la última cosa que ella quería hacer era celebrarlo.
Al final, antes
de que sus lágrimas por su familia se hubieran gastado, ellos decidieron
cambiar su cumpleaños al día que se conocieron como adultos. Él aún podía ver
el fuego en sus ojos ambarinos cuando le miraba como un héroe por pensarlo.
“Amo esa idea. Nunca tuve una vida digna sin ti, de ningún modo”.
Mañana, él
iba a hacerla estar malditamente segura que nunca tuvo ninguna razón para
lamentar su decisión de casarse con él.
Zayra puso
su conexión en el estante de su escritorio y luego sonrió. “Clarion quería que
te preguntara si estarías de vuelta a tiempo para ayudarnos a liberar a los
prisioneros en Baltael V, en la primera”.
Otro ejemplo
de la crueldad de Arturo. Esos prisioneros eran propietarios de negocios
inocentes de los cuales sus compañías habían sido declaradas propiedad del
Gobierno y sus activos e ingresos confiscados.
Darling
apretó los dientes con ira, pero él no quería que ella lo escuchara en su voz
ya que no iba dirigido a ella. “Si lo que voy a hacer mañana funciona, no necesitareis
preocuparos de eso. Ellos ya serán libres.
“¿Qué
quieres decir?
“No te lo
puedo decir Z. Es un asunto de Sentella.”
La
preocupación en sus ojos aumentó. “Y de eso tengo mal presentimiento. No puedo
alejarlo no importa cómo”.
“Estaré
bien, cariño. No soy tu padre”.
“Lo sé.
Solo… Necesito que estés bien ¿Sabes?” Las lágrimas brillaron en sus ojos, pero
ella parpadeó para alejarlas. Él tuvo que darle crédito, ella raramente se daba
a ellas, así que sabía cada vez que veía sus lágrimas lo profundamente que se
sentía. “Te quiero demasiado como para perderte. No podría soportar
enterrarte.”
Dios, sus
palabras nunca fallaban en debeilitarlo. “Lo mismo. Es por eso que tengo que
hacerlo mañana. No solo por la causa, pero por ti.
Quiero
asegurarme que nadie te amenace otra vez. Estás usando la tricom que te dejé,
¿Verdad?
Échandose
hacia atrás, se levantó la camisa para mostrar que lo tenía sujetado en su
cintura. “Gracias por esto, por cierto. No estoy segura de cómo funciona, y no
lo he probado, pero tengo fe en sus capacidades. Nadie hace mejores juguetes de
alta tecnología que tu. ¿Qué te hizo pensar en ello?”.
La garganta
de Darling se secó al ver su piel expuesta.
Ella frunció
el ceño. “¿Kere? ¿Estás ahí?” “Umm, sí. Lo siento. Estaba distraído
momentáneamente por el flash de tus pechos que me diste inadvertidamente. Toda
la sangre ha dejado mi cerebro y realmente no puedo pensar. ¿Qué me
preguntaste?
Riendo ella
le chasqueó la lengua. “Eres tan malo”.
No puedo
remediarlo. ¿Te has mirado en un espejo? Maldita sea, mujer, las cosas que me
haces.
Ella arrugó
la nariz antes de empezar a desabrocharse juguetonamente la camisa.
“Ah, esto
está mal ahora”.
“¿El qué?”.
Su tono fue de completa inocencia cuando paró en el último botón que le
mantenía cerrada su camiseta justo en medio de sus pechos. “Adivine que
necesito ir y luego… la última cosa que quiero hacer es torturarte.
“Uh-uh. No
me puedes dejar ahora. Eso sería cruel”.
Ella sacudió
su dedo hacia atrás y adelante sobre el último botón, atormentándolo con
expectación. “Me dijiste que esto estaba mal”.
“Daño es lo
que me estás haciendo ahora mismo”.
“Chico,
necesitas tomar una decisión ahora mismo. No quieres que te enseñe nada. Luego
haces… Solo no puedo entenderte. Después de todo, no estoy en tu cabeza.
No, ella
estaba en un lugar peor.
Su corazón.
“Sabes lo
que quiero, cariño”.
Mordiéndose
el labio, ella desabotonó el último botón y abrió su camisa.
El cuerpo
entero de Darling explotó con fuego a la vista de sus pechos desnudos. Si eso
no fue lo suficientemente malo, levantó sus piernas y las apoyó en la mesa. Oh
sí, él estaba tan duro ahora que casi no podía pensar con claridad.
Ella pasó
una mano sobre la parte superior de su pecho, rodeando el pezón, que se arrugó
al instante. “Sigues vivo, bebé?”
“No. Me has
matado”
Ella se rió.
¿Te he dicho hoy cuanto te quiero?”
“Te quiero,
también. No puedo esperar verte de nuevo.” Darling oyó la voz apagada de su tío
al otro lado de su puerta mientras interrogaba a sus guardias. “Tengo que
irme”.
Sus rasgos
se pusieron serios instantáneamente cuando se inclinó hacia adelante. “Por
favor, estate a salvo”.
“Tú
tambíen.”
Ella le
lanzó un beso antes de desconectarse.
Darling
apenas había escondido la conexión que no se suponía que tuviera debajo de su
cobertor antes de que su puerta se abriese estrepitosamente.
Arturo lo
miró.
Reprimiendo
una maldición, Darling se esforzó por parecer despreocupado. “¿Qué he hecho
ahora?”.
En primer
lugar, sabes hacerlo mejor que cortar la alimentación en tu habitación.
¿Cuántas veces te he dicho que lo mantengas vivo?
Sí, Arturo
no podía soportar no poder espiarlo. Pervertido. Sin embargo por razones obvias
– como planear la muerte de Arturo- Darling había retirado la alimentación
horas antes. “Lo siento si, al contrario que tú, prefiero masturbarme en
privado”.
Gruñendo con
de furia, su tío se cerró la distancia entre ellos para apuntarle un libro
electrónico a la cara. “¿Qué es esto?”.
“Un libro”.
Arturo lo
abofeteó con ello.
Darling
apretó el puño, pero se detuvo antes de devolverle el golpe.
“¿Estabas
alimentando a ese otro culo de mono con mi dinero?”.
Su rabia
aumentó a un nivel que tuvo que tomar todo lo que tenía para no partir la
garganta de Arturo… Un golpe y podría terminar con sus problemas.
No lo hagas.
No morirás solo…
Así que él
le devolvió el golpe con palabras. “La última vez que lo comprobé ese era el
dinero de mi padre, no el tuyo.” Eso le dio un vicioso puñetazo en la
mandíbula.
El dolor
explotó a través de su cabeza. Maldita sea, eso duele. Lo bueno era que estaba
acostumbrado a ello.
Arturo le
pateó. “¿Quieres saber qué pensaría tu padre de si pudiera ver lo que eres? Él
estaría incluso más repulsado que yo. Si aún estuviera vivo, hubieras estado
tirado en la calle años atrás. Algo que debería haber hecho la primera vez que
recogí uno de tus culos de tuercas saliendo de tu habitación.”
Pero ambos
sabían que Arturo no lo podía echar realmente. Solo un gobernador legítimo de
pura sangre podía desheredar un heredero de pura sangre.
Gracias a
Dios por eso.
Sin
mencionar que si echaran a Darling, su tío no podría monitorizarle. O matarlo
en circunstancias misteriosas.
Aún si
Arturo se las arreglara para echarlo, una vez Darling cumpliera los treinta,
como un heredero de pura sangre, podía volver y derrocar al bastardo.
Y todo
porque su tío fue el palmetazo de una prostituta que el abuelo de Darling había
elevado a condición de amante real. Arturo sólo podía gobernar siempre y cuando
Darling y Drakari vivieran, y fueran considerados menores o incompetentes por
la ley.
Si los dos
muriesen en la situación actual, Arturo perdería todo su poder, y la siguiente
familia seria escogida por el CDS (probablemente después de mucha matanza) por
uno de sus primos primeros de pura sangre.
La única
otra manera para que Arturo pudiera gobernar con su poder actual era si ellos
estaban muertos, y él pudiera producir un hijo con su mujer de sangre azul,
pero solo si el CDS ratificara la herencia de ese hijo.
Habiendo
dicho esto, las reglas de Arturo podrían acabar en el momento en que su hijo
tuviera treinta.
Es por eso
que el padre de Darling había cometido un error confiando tanto en su medio
hermano mayor. Desde que Arturo no podía gobernar para toda la vida, su padre
nunca había concebido la traición que llevaría a Arturo matarlo y luego tomar
el control de sus hijos.
Ese había
sido el mayor acto de estupidez ciega de su padre.
Arturo cogió
a Darling por la muñeca y lo presionó contra el suelo.
Darling miró
sus manos alrededor de la muñeca de su tío mientras lo miraba. El podría romper
el brazo de su tío fácilmente.
Un simple
golpe a su garganta o nariz y podría matarlo.
Solo tomaría
una pequeña presión, y Darling había matado suficientes hombres para saber cómo
de fácil sería.
Un golpe.
Nunca más se sentiría culpable por ello.
Retírate.
Puedes
esperar un día más
Mantén tu
temperamento.
Piensa en
Maris, Lisa y Drake.
Odiándose a
sí mismo por quererlos, se soltó y silbó, obligándose a permanecer inerte
mientras que Arturo lo ahogaba.
“Debería
hacerle un favor a tu madre y matarte. Entonces ella no tendría que temblar
cada vez que tu nombre es mencionado por otros.”
Poco sabía
Arturo que su madre no temblaba. Ella estaba tan agradecida de que él fuera un
idiota protectivo, que estaba más que dispuesta a vivir con la vergüenza de un
hijo gay antes que estar muerta por sus numerosas aventuras.
“Realmente,
Darling, cómo te atreves a quejarte. ¿No se me permite tener un solo momento de
placer en esta horrible vida a la que fui empujada? Solo era una niña cuando
fui forzada a casarme con tu padre y tan solo tenía veinte-i-siete cuando me
quedé viuda. A pesar de todo lo que he hecho por ti, ¿es demasiado pedir que
hagas esto por mí? No entiendo por qué, ya que eres gay de todos modos, te sientes
tan molesto reclamando mis amantes como los tuyos. No puedo creer que criara a
un mocoso egoísta, desconsiderado. Tu padre estaría tan decepcionada con
contigo como yo lo estoy.
Sus ojos se
embotaron mientras sus oídos le zumbaban. Si muriera ahora mismo, la única cosa
que su madre echaría de menos sería su encubrimiento.
Sí, eso
realmente jodería su día cuando todo el mundo sabía que Drake era heterosexual.
Arturo lo
liberó finalmente.
Darling
tosió mientras finalmente dibujaba una respiración sin restricciones a través
de su magullada garganta. Arturo se burló de sobre su cuerpo desnudo. “Estoy
tirando cien-mil créditos fuera de tu confianza para pagar por este castigo. Si
me cobras algo así otra vez, juro que…” Su tío le dio una fuerte patada en la
ingle.
Maldiciendo,
Darling se encogió mientras el dolor explotó en todo su cuerpo. La bilis subió
por su garganta. Se sentía a punto de vomitar. Con una sonrisa de suficiencia,
Arturo lo dejó con su miseria.
Jodido
bastardo.
No podía esperar
para matarlo mañana por la noche. Voy a bañarme en tu sangre y beberé mi ración
de la misma.
El lobo
estaba viniendo a su madriguera, y estaba viniendo a reclamar dieciséis años de
larga venganza atrasada.
Fuente Oficial Sherrilyn Kenyon
Traduccion Amber Sweet, usuaria de Foro Dark Hunter España
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